# La relación con algunos familiares no fluye, llevas tiempo sin mantener ningún tipo de contacto con ellos.
# Tus hijos te necesitan en determinadas situaciones, pero no sabes cómo ayudarles.
# Sufres falta de motivación y apatía por la vida. No encuentras una fuerza que te impulse
# Tienes muchos conflictos en tu trabajo ya no sabes que actitud adoptar ante ellos. Por más trabajos que buscas, no te sientes realizada, no encuentras tu propósito de vida.
# Te propones cambios y siempre acabas saboteándote sin comprender él por qué.
# Has sufrido alguna pérdida importante o trauma y no consigues avanzar.
# Económicamente te encuentras anclada, no consigues esa prosperidad económica por la que tanto luchas.
# A pesar de tenerlo todo sientes vacío.
# Has tenido una infancia dura y sigues “culpabilizando” a tus padres de la vida que tienes y tu enfado y reproche hacía ellos te impide tener una relación sana con ellos.
Si te identificas con alguna de las situaciones anteriores estás en el lugar correcto.